Un camino allanado...
Un camino allanado...
Los grandes hombres raramente son cimas aisladas; son cumbres de cordilleras. THOMAS W. HIGGINSON
Se acerca el Adviento. Un camino allanado, como el que pide la Palabra, sera siempre un camino en la pobreza y en la sobriedad. Adviento sera siempre encontrar a Dios, y encontrarlo donde Él se suele esconder, es decir, en la vida y el rostro de los pequeños, de los mas pequeños y necesitados.
Los ricos tienen que detener el paso y la mirada para contemplar esa inmensidad de gente tirada en la cuneta de la vida, victima de mil crisis y otros tantos egoísmos, maltratada de mil formas y maneras en su existencia. Mirar a tanta persona sufriente, tanto en el cuerpo como en el espíritu; mirar al que no tiene trabajo o no tiene esperanza. Mirar a los pobres, los drogadictos, a las mujeres maltratadas, a todas esas personas necesitadas de cualquier don.Y decidirnos a enriquecerlos, a salvarlos y salvarnos en la propia entrega.
Nuestro adviento, nuestro encuentro con el Dios que salva no será posible si no lo hacemos por los mismos caminos que lo hizo Jesús. Sólo en el abajamiento a la vida sencilla y humilde, que es servicio permanente y para todos y es talante de acogida al pobre y necesitado, será posible el Adviento, el encuentro de gracia y salvación.
Extraído del Taco calendario del Sagrado Corazón de Jesús. ediciones Mensajero...
Se acerca el Adviento. Un camino allanado, como el que pide la Palabra, sera siempre un camino en la pobreza y en la sobriedad. Adviento sera siempre encontrar a Dios, y encontrarlo donde Él se suele esconder, es decir, en la vida y el rostro de los pequeños, de los mas pequeños y necesitados.
Los ricos tienen que detener el paso y la mirada para contemplar esa inmensidad de gente tirada en la cuneta de la vida, victima de mil crisis y otros tantos egoísmos, maltratada de mil formas y maneras en su existencia. Mirar a tanta persona sufriente, tanto en el cuerpo como en el espíritu; mirar al que no tiene trabajo o no tiene esperanza. Mirar a los pobres, los drogadictos, a las mujeres maltratadas, a todas esas personas necesitadas de cualquier don.Y decidirnos a enriquecerlos, a salvarlos y salvarnos en la propia entrega.
Nuestro adviento, nuestro encuentro con el Dios que salva no será posible si no lo hacemos por los mismos caminos que lo hizo Jesús. Sólo en el abajamiento a la vida sencilla y humilde, que es servicio permanente y para todos y es talante de acogida al pobre y necesitado, será posible el Adviento, el encuentro de gracia y salvación.
Extraído del Taco calendario del Sagrado Corazón de Jesús. ediciones Mensajero...
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